La propiedad y la gestión de una clínica veterinaria exigen un amplio conjunto de habilidades: excelente atención al cliente, una alta calidad de la atención clínica veterinaria, visión empresarial, liderazgo y capacidad para crear equipos. Somos veterinarios, empresarios, estrategas, comercializadores y gestores de la burocracia. Lo cual es muy difícil. Además la parte de gestión no nos gusta normalmente, con lo que lo dejamos siempre para otro momento.

Si nos gustara la gestión hubiéramos estudiado empresariales (ADE) y no veterinaria. Con lo que la externalización de esta parte de nuestra empresa puede ser una opción. 

Prosperar en la clínica veterinaria significa alcanzar constantemente los objetivos y el crecimiento, manteniendo al mismo tiempo el equilibrio en todos los aspectos de la clínica.

Un gestor puede ayudar con la parte de gestión, desde las herramientas tácticas para las operaciones diarias, la gestión de los recursos humanos y la estrategia  para el éxito a largo plazo.

Funciones que realiza un gestor

• Económicas: Evaluar y mejorar la salud financiera de tu clínica 

• Controlar los principales indicadores económicos de tu clínica: clientes activos, clientes nuevos, fuga de clientes, cesta media y recurrencia.
• Desarrollar protocolos para que la gestión de la clínica sea más fácil y eficiente.
• Desarrollar herramientas financieras que mejoran y simplifican el estudio de la contabilidad y la estrategia empresarial.
• Optimización de costes tanto fijos como variables.
• Implantar estrategias de Marketing para incrementar la facturación de tu clínica veterinaria.
• Analizar el mercado y tu competencia para identificar áreas de mejora
• Estrategia de precios para las clínicas veterinarias. Un modelo de precios basado en el valor puede ayudar a los clientes a entender el valor de los servicios veterinarios y fomentar la atención veterinaria.
• Desarrollo de presupuestos anuales para trazar el camino de donde queremos llegar el año que viene.
• Estimar el tamaño potencial de tu mercado local, identificar su cuota de mercado actual y establecer objetivos realistas para el crecimiento.

• Gestión de equipos:

Nuestros equipos son fundamentales para el éxito de la clínica. Necesitamos que trabajen con nosotros para alcanzar objetivos comunes. 

• Dotar a los miembros del equipo de responsabilidades y dejarlas bien definidas en su descripción del puesto de trabajo
• Selección y búsqueda de personal para nuevas contrataciones 
• Realizar los despidos si es necesario 
• Organizar horarios y vacaciones 
• Supervisar al equipo y gestionar su rendimiento
• Crear un ambiente de trabajo saludable y de apoyo que fomenten el bienestar individual y laboral.
• Cooperar en lugar de competir entre los miembros del equipo
• Fomentar la autonomía
• Ayudar a la conciliación familiar
• Construir un espacio físico agradable: la cultura del lugar de trabajo puede afectar directamente al éxito de la empresa y contribuir a una mejor atención al paciente
• Fomentar el trabajo de los auxiliares y su ratio por veterinario 1:1
• Aprovechar al máximo las habilidades técnicas del equipo

• Desarrollar el liderazgo del propietario:

Las habilidades de liderazgo son fundamentales en la medicina veterinaria. Utiliza estos recursos para desarrollar y perfeccionar tus habilidades y crecer como líder veterinario.

• Marketing:

• Mejorar la comunicación
• Implantar planes de salud: aumenta la probabilidad de que nuestros pacientes reciban la atención preventiva que necesitan. 
• Mejorar las redes sociales
• Implantar automatización de recordatorios vía whatsapp 
• Definir el lenguaje que utilizamos al hablar con los clientes
• Tener una base de datos bien estructurada

• Gestión de las operaciones:

• La gestión de las instalaciones 
• La gestión del equipamiento 
• La protección de los datos
• Ciberseguridad para su consulta
• Riesgos laborales
• Supervisión del equipo de protección necesario para Rx 
• Eliminación de residuos en las consultas veterinarias
• Mantenernos al día de las normas, reglamentos y subvenciones 
• Control de la trazabilidad de medicamentos: cuando se utilizan, se almacenan o se eliminan de forma incorrecta, puede ser un problema.