La consolidación e integración de las clínicas veterinarias con elevados precios de compra, desde junio del 2021, ha creado una pregunta apremiante para los propietarios de clínicas: ¿Vendo o me quedo independiente?

Para cualquier dueño de una clínica veterinaria, decidir vender su clínica es una decisión difícil.

Lo más importante y lo que todos anhelamos es ser feliz, con lo cual tu decisión debe ser la que más feliz te haga. Aunque sabemos que a largo plazo no es fácil.

Puedes creer saber lo que te hace más feliz ahora, pero el largo plazo es difícil de predecir, especialmente en una etapa tan temprana de la consolidación, ya que no sabemos si los grupos funcionarán en España, ni cómo de bien lo harán y por lo tanto como de difícil será competir con ellos.

Es evidente que, de primeras, el corazón jamás te dirá que vendas y, tanto el vender como el no vender, debe ser una decisión basada en la razón.

Si piensas con el corazón jamás querrás vender porque tú eres el fundador de la clínica, eres quien la ha construido y levantado durante todos estos años, tu eres la persona que se ha quedado muchas noches sin dormir, sin ver a tus hijos, te has perdido planes familiares, has creado relaciones personales con tu equipo, con profesionales colaboradores, con proveedores y clientes.

Una valoración basada en el mercado ayuda a marcar un aspecto de esta pregunta sobre la venta de la clínica: ¿Cuánto vale ahora mi clínica?

Sin embargo, antes de sumergirte en los números, vale la pena pasar un tiempo revisando los factores cualitativos que pueden impulsar a un propietario a vender o no vender su clínica veterinaria.

1- ¿Te apetece vender?

Es una sensación interna que te dice si vender tu clínica es una buena opción.

A nivel emotivo debes pensar si estás preparado para ir a trabajar motivado a una clínica veterinaria que ya no es tuya.

Hay que pensar en cómo afectará a nuestro estilo de vida y al de nuestra familia.

De hecho, este cambio puede permitir a los dueños de las clínicas veterinarias dedicar más tiempo a sus familias y sus vidas fuera del trabajo.

2- ¿Crees que has llevado tu clínica al máximo nivel?

Una empresa más grande puede proporcionar acceso a una gran cantidad de recursos adicionales. Estos incluyen tanto recursos financieros que pueden permitir la adquisición de equipamiento más nuevo, así como los recursos de gestión y formación del equipo.

3- ¿Estás agotado de la gestión del personal? ¿Y de la responsabilidad de la gestión?

Muchos propietarios de clínicas se sienten atascados en la gestión de su negocio. Vender a una organización más grande aliviará a los propietarios de muchas de las decisiones y responsabilidades relacionadas con la gestión y administración de una empresa. Como siempre digo “el veterinario quiere ser veterinario, si no hubiera estudiado empresariales”.

4- ¿Estás dispuesto a ser empleado y tener un jefe?

Los propietarios que venden a menudo se pueden enfrentar con directivas corporativas que parecen más enfocadas en los beneficios que en los pacientes. Con esto, me refiero a que, si no estás totalmente dispuesto a acatar órdenes y directrices del grupo, habrá mucha discordancia entre ambos.

5- ¿Crees que tu equipo estará mejor en un grupo que contigo?

Existe el temor de que los equipos humanos que quedan como parte de un equipo corporativo no tendrán una independencia completa cuando se trate de su capacidad para tomar decisiones médicas. Esto es así con algunos grupos, pero no con la mayoría de ellos.